La construcción de la azucarera de remolacha más grande de Rusia continúa avanzando
01.07.2017
Cerca de la ciudad rusa de Kirsánov está surgiendo una azucarera de remolacha cuyo rendimiento dejará atrás a todas las fábricas del país. Las instalaciones deben estar en marcha para el año 2021. Acompañando desde el inicio: tecnología de evaporación de BMA.
Si se conduce desde Moscú hasta el mar Caspio, tras un tercio del camino, se pasa por la óblast de Tambov. A unos cien kilómetros al este de la capital de provincia se encuentra la ciudad de Kirsánov, 17.000 habitantes, en medio de vastos campos de cultivo para remolacha.
Un sede con buenas condiciones
Esta pequeña ciudad se encuentra justo en la franja de cultivo de remolacha de Europa que se extiende desde el norte de Francia pasando por los Estados miembro de Benelux, Alemania y Polonia, hasta llegar a Ucrania y Rusia. La remolacha debería contener un 17 % de azúcar. Más que suficiente para invertir en la producción de azúcar in situ.
Lo que se cosecha en la región se procesa por partes en la fábrica de azúcar situada en la periferia este de la ciudad de Kirsánov. Las cintas transportan 3.000 toneladas de remolacha diariamente para continuar con el procesamiento. Al menos por ahora, ya que «Cristal» OOO, el empresario y propietario de las instalaciones, quiere aumentar las capacidades en un valor varias veces superior para el año 2021.
La azucarera de remolacha de «cristal» OOO que se encuentra en construcción no solo será una de las más grandes de Europa, sino de todo el mundo. Cuando se finalice, 20.000 orgullosas toneladas de remolacha al día se procesarán para convertirse en azúcar. La planta de producción contará entonces con el doble de capacidad que la fábrica más grande de Rusia en la actualidad. También se encontrará entre las diez más grandes dentro del ámbito europeo. Tras finalizar la construcción de esta fábrica, Rusia podrá hacer frente por primera vez a su consumo nacional de azúcar con su propia producción.
Estación de evaporación de BMA
BMA se ocupa desde hace poco de crear las nuevas capacidades de la fábrica en Kirsánov. Para el año 2018 habremos entregado una estación de evaporación que comprende nueve aparatos. Con este encargo se confirma una tendencia: la industria azucarera rusa apuesta cada vez más por instalaciones con una vida útil más larga. Las fábricas de Rusia se enfrentan a una competencia feroz, ya que el mercado exige mayor eficiencia, más calidad y menores costes de producción.