Es una buena tradición: BMA presenta todos los años a alguien de su equipo que tenga un hobby especial. En esta ocasión hablamos con Caroline Ulsamer, estudiante-trabajadora en el área de Recursos Humanos en la sede de Braunschweig desde abril de 2019. Su gran pasión es el baile.
01.07.2020
Braunschweiger TSC · Final | 2019 World Formation STD Moscow
Ulsamer, usted es bailarina de bailes de salón y actúa para el Braunschweiger Tanzsport Club en el grupo estándar A. No menos importante, su equipo es subcampeón de Alemania y quedó en cuarto puesto en el campeonato mundial de Moscú. ¿Qué es lo primero que se le pasa por la cabeza tras la actuación cuando ya no suena la música?
¡Pura felicidad! La alegría y el alivio de haberlo conseguido son infinitos. Tras la actuación me pregunto: ¿he estado bien?, ¿cómo reacciona mi entrenador? En este momento mi cuerpo está lleno de energía y es maravilloso ver a todo el público ante mí.
¿Puede acordarse todavía de su primera hora de baile?
Sí, fue en la escuela de baile con un compañero de clase. En aquel momento aún jugaba voleibol y también cantaba en un coro. Conjugar deporte y canto era algo difícil. Y entonces también llegó el baile…
¿Cuándo comenzó con el baile de salón?
Nunca olvidaré cuando con 15 años vi por primera vez como espectadora al grupo A de la liga nacional en el gran estadio Volkswagen-Halle, allí actúan las y los mejores bailarinas y bailarines. En aquel tiempo le dije a mi madre: «Yo también quiero bailar así alguna vez». Un par de semanas después participé en la selección de baile del Braunschweiger Tanzsport Club sin una gran preparación. Recibí el dorsal con mi número y todo comenzó.
¿Cómo fue?
Tras ejecutar mi baile recibí muy buenas opiniones y muchos elogios siguiendo el lema: «¡Nos quitamos el sombrero!». Y poco después me encontraba en el entrenamiento del grupo B. Dos años más tarde mi sueño iba a hacerse realidad: pisaba el parqué de la última gran competición de la temporada.
¿Cuántas competiciones tiene al año?
Ahora bailo en el grupo A en la primera liga nacional donde la temporada se extiende de enero a marzo. Durante ese tiempo se realizan cinco competiciones. Es decir, nuestro grupo actúa dos veces en un día de competición con nuestra coreografía. Esta coreografía es evaluada por siete jueces, en las competiciones grandes, por doce.
Los vestidos de las bailarinas son una verdadera atracción. ¿Los compra usted misma?
El club pone a disposición los vestidos y los trajes. Los utilizamos durante el tiempo en que bailamos la misma coreografía, por lo general, durante tres años. Lo que todas las bailarinas y los bailarines deben costearse por sí mismos son los zapatos.
En las competiciones todas las mujeres tienen el mismo color de pelo y peinado. ¿Se contrata para ello a un estilista?
No, es algo que hacemos nosotras mismas. Para que todas tengamos la misma apariencia, casi siempre la noche anterior a la competición nos ayudamos unas a otras con el peinado. El toque final se da a la mañana siguiente antes de comenzar la competición. La mañana previa al campeonato alemán nos levantamos a las 4 de la madrugada para ello. El cabello se tiñe de negro, un postizo se recoge en una trenza y se colocan los accesorios de pedrería en el cabello. Hasta que todas las mujeres tienen su peinado, se han maquillado y colocado las pestañas postizas, pueden transcurrir de cuatro a cinco horas.
¿Cuentan ustedes con un banquillo de suplentes como en el fútbol?
Un equipo no está solo formado por las ocho parejas principales. Sin los bailarines y las bailarinas que pueden incorporarse en situaciones extremas no habría equipo. Para ello se cuenta con una novena pareja junto a la pista. Puede haber cuestiones de rendimiento o problemas de salud que hagan que el entrenador modifique la disposición.
Como espectador se tiene la impresión de que levitaran sobre el parqué, muchos movimientos se perciben así de ligeros. ¿Con qué frecuencia tiene que entrenar?
Entrenamos semanalmente de cinco a siete días, con lo que sumamos alrededor de 20 horas de entrenamiento.
¿Gana dinero con este deporte?
Como bailarina de bailes de salón en el ámbito amateur no gano dinero. Solo si pasara a la modalidad individual con los profesionales, podría ganar algo de dinero con esto.
Muchos clubes se quejan de la falta de recursos humanos. ¿Esto también afecta al baile de salón?
En principio no, pero podrían interesarse más hombres por esta bonita modalidad deportiva.
Al mismo tiempo ha realizado su examen final de bachillerato, ahora estudia y trabaja desde el comienzo de su carrera universitaria en BMA. ¿Puede imaginarse bailando con esta intensidad incluso con un trabajo a tiempo completo?
Por supuesto. Creo que con un trabajo diario regulado lo tendría incluso más fácil que ahora durante los estudios universitarios. Como estudiante puedo contar con un día libre, pero al siguiente tengo clases desde las 8 h hasta las 18 h.
¿Ha vivido alguna experiencia especial que le guste recordar?
La noche del último entrenamiento antes del campeonato mundial fui consciente de que bailaría en el campeonato mundial. Ese ha sido hasta ahora mi mayor éxito. Una segunda experiencia increíble fue ganar el puesto de subcampeones de Alemania justo después del campeonato mundial. Son momentos que con toda seguridad nunca olvidaré.
¿Sale también a bailar con sus amigos por las noches? O tal vez piensa: «En realidad, ya tengo suficiente...»
De vez en cuando voy a bailar de forma particular, por ejemplo, a la fiesta de primavera «Tanz in den Mai». Pero, en ese caso, cuando los hombres se enteran de que estoy en el BTSC, eso les intimida y nadie quiere bailar conmigo.
¿Cuál de los bailes estándar es su favorito personalmente?
El baile que en mi opinión es el más expresivo: el tango.
Su compañero de baile actual es muy joven. ¿Con qué frecuencia debe adaptarse a un nuevo compañero?
De hecho, Anton solo tiene 16 años. Por lo general, a los hombres se les asigna bastante pronto su posición antes de una gran competición. Las mujeres, por el contrario, conocen mucho más tarde cuál es la suya. Eso depende de lo bien que se armonicen las diferentes parejas entre ellas. Anton es mi cuarto compañero de baile.
¿Qué desea un bailarín antes de su actuación?
Divertirse mucho, además de un abrazo y, casi siempre, un beso a izquierda y derecha.
En tal caso, qué disfrute mucho y muchas gracias por esta estupenda conversación. ¡Le deseamos todo el éxito tanto en su carrera profesional como deportiva! Señora