¿A quién no le gustaría poder moverse flotando por encima de todo? Robert Bessel, Senior Manager de salud, seguridad y medio ambiente para BMA en Braunschweig desde mayo de 2018, ha cumplido ese sueño. Es piloto de globos aerostáticos y ha hecho de su afición una pequeña empresa.
Señor Bessel, ¿cuándo se decidió a ser piloto de globos aerostáticos?
A principios de los años 90 vi despegar un globo aerostático y me pareció fascinante. A través de un amigo, cuyo padre había trabajado antes en la Oficina
Federal de Aeronáutica Civil, pude introducirme rápidamente en el mundo del pilotaje de globos. Conseguí la licencia de piloto a los 25 años.
Usted ha fundado incluso su propia empresa: AIR-lebnisse. ¿Desde cuándo es autónomo?
Tras haber realizado 50 vuelos pude transportar pasajeros. Como autónomo he pilotado globos aerostáticos para varias empresas en Alemania y Países Bajos por toda Europa. En su mayor parte se trataba de globos con formas especiales, no con la típica forma de pera, sino de figuras u objetos: ratón, pingüino, botella de cola e incluso cabina telefónica. Desde 2011 poseo mi propia empresa de transporte aéreo con dos globos aerostáticos.
¿Trabaja solo?
En principio, se trata de una pequeña empresa familiar. Mi hijo mayor está sacando ahora su licencia de piloto, mi mujer organiza la oficina. Además, nos ayudan dos pilotos y también doce de los conocidos como «personal de apoyo en tierra», que siguen el globo con el coche para cargar todo de nuevo después de aterrizar. Todos nos dedicamos a esto por afición al margen de nuestra actividad profesional.
¿Puede cualquiera pilotar un globo?
Hay que tener 16 años como mínimo y cumplir las condiciones médicas, es decir, contar con cierta forma física.
¿Cuánto dura la formación y cuánto cuesta?
Dado que hay que hacer varios vuelos de formación a temperaturas superiores a 20 e inferiores a 0 grados, así como completar la formación teórica, se necesita un año como mínimo. Los costos oscilan entre los 5.000 y 10.000 euros.
Entonces los globos también requieren un gasto…
... Eso es cierto. Un equipo para globo aerostático como el mío cuesta alrededor de 65.000 euros si se quiere transportar hasta cinco pasajeros. A esto hay que añadirle el vehículo con remolque, el soplante del equipo y algunas cosas más.
¿Qué papel juega la meteorología para que pueda despegar?
Juega un papel importante. El tiempo debe ser bueno, el viento, débil y no puede haber riesgo de precipitaciones. El clima ha cambiado mucho: hoy realizamos 50 vuelos en poco más de un año, hace una década, realizábamos alrededor de 100.
¿Qué trayectos puede recorrer con el globo?
Lo normal es realizar trayectos de cinco a diez kilómetros. Pero también hay vuelos de trabajo en los que tenemos que cargar la cesta llena de botellas de gas para poder volar todo el día. En un viaje normal de pasajeros volamos a diez nudos como máximo, es decir, a una velocidad poco superior a 18 km/h.
¿Alguna vez se ha dado el caso de no poder volar?
En alguna ocasión se carga el equipo y todo está listo para despegar, pero el tiempo cambia rápidamente y puede impedir un vuelo. Por ejemplo, cuando las borrascas se desplazan más rápido de lo calculado.
¿Hay pasajeros que montan en globo aerostático a pesar de su miedo a las alturas?
Sí, una vez tuve esa experiencia. Pero tras pocos minutos pude convencer a la pasajera para que mirase hacia abajo desde la cesta. Entre tanto, ya ha volado varias veces y ahora lo disfruta. Ha descubierto que no tiene ese miedo al viajar en globo aerostático. Cuando se tiene vértigo, se está en contacto con el suelo, pero en el aire no existe esa sensación.
¿Cuál ha sido su experiencia más bonita durante un vuelo en globo?
Todo vuelo es maravilloso por sí mismo. El año pasado estuve en Taiwán y participé en uno de los mayores encuentros de globos aerostáticos del mundo. Dura más de diez semanas y yo volé durante dos de ellas. Solo desde el punto de vista del paisaje fue una experiencia maravillosa. Pude volar sobre plantaciones de piñas, plátanos y mangos, y experimentar el intenso aroma que desprenden estas frutas incluso desde el aire.
¿Y cuál ha sido la anécdota más divertida?
Una vez al aterrizar, cuando ya casi había tocado el suelo, el quemador se volvió a encender. A ello contribuyó una pasajera que quería «ayudarme»... El personal de apoyo en tierra todavía cuenta entre risas la expresión de mi cara cuando, de repente, volvimos a despegar y tuvimos que buscar un nuevo lugar para aterrizar.
¿Sabe siempre de antemano dónde va a aterrizar con su globo?
Solo aproximadamente, en los vuelos en globo la meta es el camino. En cada vuelo se tiene una velocidad y se viaja en una dirección diferentes. Esto ofrece millones de opciones de aterrizaje. Todavía no he aterrizado dos veces en el mimo punto de llegada desde el mismo punto de salida. Cada vuelo es diferente.
¿Qué consejo puede darles a las personas que quieren volar en globo por primera vez?
Simplemente, que lo hagan, después el mundo se mira con otros ojos.
Muchas gracias por esta interesante conversación, ¡que tenga un buen vuelo con pasajeros agradables! ¿Qué se le dice realmente a un piloto de globos aerostáticos al despegar?
¡Suerte arriba, buen aterrizaje!