Un intercambio dulce

En la industria alimentaria se buscan nuevas ideas y conceptos para mejorar el estado nutricional de los alimentos. BMA aporta una contribución importante.

Si un producto alimenticio debe clasificarse como libre de azúcar debido a un cambio en la receta, requerirá edulcorantes alternativos para sustituir la sacarosa o las fuentes de azúcar que contengan glucosa. BMA toma nota del interés creciente en este mercado,lo que puede verse en la demanda detecnologías y procesos para elaborar sustitutos cristalinos del azúcar.

Utilizando sustitutos del azúcar pueden producirse alimentos comparables con las recetas tradicionales tanto en el sabor como en la apariencia. El sabor dulce, en combinación con un contenido energético y un índice glucémico reducidos, hacen que este grupo de productos resulte tan interesante para la industria alimenticia. Estos productos también interesan a la industria química cuando se trata de químicos de plataforma del sector de la química verde.

Al igual que la sacarosa, los sustitutos del azúcar pertenecen al grupo de los hidratos de carbono. Si se consideran desde el punto de vista jurídico, se
trata de edulcorantes que se clasifican como alcoholes del azúcar debido a su estructura química. Estos se denominan frecuentemente polialcoholes.

Una de las propiedades más importantes de los sustitutos del azúcar es el sabor dulce. Al contrario que en el caso de la sacarosa, su poder dulcificante es menor y se sitúa en un 40-80 % según el producto, sin embargo, el perfil de sabor de determinados sustitutos del azúcar se asemeja mucho al del azúcar al detalle.

A escala industrial, los sustitutos del azúcar se elaboran mediante la fermentación o hidratación de sustratos a base de hidratos de carbono (monosacáridos
o disacáridos) procedentes de materias primas sostenibles. Las nuevas vías de sintetización también permiten producir los llamados azúcares raros. Sus propiedades específicas son conocidas, pero su uso en alimentos aún no era viable debido a su baja disponibilidad. Ahora eso ha cambiado.

Hace décadas que BMA es fabricante líder de máquinas e instalaciones para la producción de sacarosa, glucosa y fructosa. También aprovechamos nuestros conocimientos de técnica de procesos en los productos del grupo de los polialcoholes. Debido a su estructura química, estas sustancias poseen propiedades fisicoquímicas diferentes. De esta forma, los diferentes azúcares y los sustitutos del azúcar también se diferencian por su solubilidad, así como por el comportamiento de cristalización o la forma de los cristales. Esto requiere un modo de proceder específico tanto en la cristalización como en el resto de los pasos del proceso.

Con los ensayos a escala de laboratorio determinamos las características físicas, analizamos las propiedades de la cristalización y valoramos si es posible la transferencia a escala del «Technikum». Los ensayos piloto en el «Technikum» de BMA sirven para comprobar los resultados del laboratorio, así como para determinar y optimizar los parámetros del proceso, estos pueden ser continuos o discontinuos. A continuación, aprovechamos estos resultados para verificar la viabilidad técnica de los pasos del proceso a escala industrial y, además, para el diseño de aparatos y máquinas. Con el desarrollo del concepto técnico, en el que también confluyen los resultados de los estudios y las exigencias específicas del cliente, comienza nuestra fase de planificación.

Como proveedor de soluciones integradas, ayudamos a nuestros clientes a desarrollar e implementar sus proyectos a escala de laboratorio, pasando por las instalaciones piloto, hasta llegar a la planificación y entrega de la instalación industrial. Siempre en el foco de atención: los pasos de los procesos evaporación, cristalización, separación y secado, incluidos en las competencias fundamentales de BMA.